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Como ya hemos comentado en muchas ocasiones, el vídeo se ha convertido en el contenido rey de Internet. Tanto es así, que nada más y nada menos que el 72% del tráfico que circula por la red lo hace en formato multimedia. Las previsiones futuras apuntan incluso a un mayor crecimiento de este porcentaje, llegando a alcanzar un 82% en menos de tres años. La principal explicación de esto es la rapidez con la que vivimos hoy en día y la falta de paciencia y de tiempo de los usuarios, que demandan un contenido que les aporte información de manera rápida y eficaz.

Lo que no mucha gente sabe es que además de los principales beneficios que ofrece el uso del vídeo (mejora de la calidad de la web, contenido más atractivo…), el vídeo mejora el posicionamiento orgánico del negocio online. Esto se debe a que los buscadores más importantes tienden a valorar más positivamente y favorecer aquellas webs que se adapten mejor a las preferencias de los usuarios. Como ya hemos dicho, hoy en día, el vídeo es el contenido más demandado, por lo que aquellas web que lo incluyan tienen más posibilidades de ocupar las primeras posiciones en la búsquedas.

En plena era de Internet, donde todos los medios se encuentran conectados y donde utilizamos las redes sociales para compartir aquellos contenidos que nos gustan o nos resultan interesantes, el contenido audiovisual tiene una mayor facilidad para volverse viral que otros como el textual o el fotográfico. Esto último repercute en la mejora del posicionamiento web y la imagen de marca, no obstante, ¿a qué es debido? Los contenidos que más se comparten y que reciben un mayor número de “me gusta” son comprendidos como contenido útil y de interés, por lo que se les proporciona una mayor visibilidad. Cada vez es más habitual encontrarse con tutoriales que relacionan el SEO con los vídeos de Youtube, debido a que los vídeos que publicamos en nuestra web también se pueden subir a esta plataforma y enlazar ambos perfiles para conseguir una mayor notoriedad y atraer tráfico a la web.

Sin embargo, aparte de subir un vídeo a nuestra web o colgarlo en redes sociales, es necesario tener en cuenta otros factores importantes que harán que nuestro vídeo contribuya positivamente al posicionamiento del negocio. Al igual que sucede con los contenidos en texto, los vídeos han de etiquetarse con ciertas palabras claves relacionadas con el tema del que tratan. Estas palabras claves aparecerán tanto en el título como en la descripción del vídeo. Otros consejos, que rescatamos de otros post que ya hemos publicado, son: hacer un vídeo inferior a los 40 segundos, incluir el logotipo del negocio, introducir información de contacto, una llamada a la acción…